Por si lo dudas, la capital aragonesa es uno de los mejores lugares para una cena de empresa con tus compañeros de trabajo. Ya no porque Aragón sea tierra de alta gastronomía, sino porque la privilegiada situación geográfica de Zaragoza la convierte en un importante hub de negocios.Difícil serán de olvidar los tapeos en las animadas callejuelas del Tubo o las caminatas por los puentes del Ebro contemplando la monumental basílica. Por no hablar de la música, el teatro y el ocio de la ciudad maña en las Fiestas del Pilar.Ya solo falta que te decidas entre la variopinta oferta culinaria que proponen los mejores restaurantes de Zaragoza, empezando por estos ocho.

En la céntrica plaza de San Francisco, La Bodega de Chema es un hito en la cultura gastronómica zaragozana, donde la tradición de sus platos combina con la elegancia y lo rústico de sus salones.El menú, una carta de amor a los sabores aragoneses, te invita a degustar su famoso cabrito lechal al horno o un espectacular guiso de carrillera de ternera, acompañados de croquetas ibéricas o un tomate con ventresca. Además, ofrecen menús especiales para grupos.Cualquiera de sus salones temáticos brinda el ambiente perfecto para tus cenas de empresa, y todo a 1 minuto del parking público y la parada del tranvía. Solo tienes que visitar sus redes sociales para ir abriendo el apetito.

Esta hamburguesería, en el vibrante barrio Actur, se postula como el templo para los amantes de la comida americana casera con un twist local. Desenfado y sofisticación a partes iguales, entre lo vintage y lo moderno.Jugosas carnes ingeniosamente combinadas con ingredientes locales, sin olvidar las ensaladas, bocadillos y raciones icónicas como el pollo bravo, las patatas caseras o la longaniza.Sus dos amplios comedores y su gran terraza arbolada hacen del Cebrián el lugar ideal para tus cenas de Navidad y eventos de empresa, y a muy pocos metros de las paradas de transporte público.

Tres Mares es la embajada del sabor marino, en pleno centro de Zaragoza y con el Ebro de fondo. Para disfrutar de una cena de empresa elegante y con un servicio exquisito.La especialidad aquí es el producto del mar, como el lomo de bacalao con pesto o la merluza con mejillones en salsa de cava, pero siempre haciendo hueco a su solomillo relleno de setas y foie o su carrillera con salsa de trufa. Además, sirven menús veganos y opciones para intolerancias alimentarias. El buen gusto se extiende a su decoración en un espacio que invita a la conversación, pero también a la celebración de todo tipo de eventos, desde karaoke hasta cenas de Nochevieja en sus salones privados.

Resto Pizzería Metrópolis brinda un ambiente casero y acogedor para aquellos que buscan una experiencia italiana genuina e informal tras una dura jornada de trabajo.Pizzas al horno de leña con masas artesanas y maduradas, rociadas de los ingredientes más frescos, además de bocadillos italianos (panuozzos) y entrantes en forma de ensaladas, carpaccio o burrata con cherry confitado. ¿De postre? Recomendables el tiramisú y la tarta de queso.El sitio es un céntrico rinconcito italiano, ideal para saborear las pizzas y pastas artesanas más frescas y originales antes de terminar la noche tomando unas copas en el Babia o el Bimba Club.

A orillas del Ebro, El Molino de San Lázaro es sinónimo de historia y exquisitez gastronómica, un entorno con solera y excelentes vistas donde celebrar eventos de empresa por todo lo alto.La carta es un compendio de platos locales reinventados con propuestas diarias presentadas en menús cerrados, siempre con ingredientes de temporada: croquetas caseras, arroz cremoso con ibéricos, calamar de potera o ternasco con patatas a lo pobre.Este molino del siglo XVIII cuenta con una terraza que mira al río, varios salones privados listos para acoger cualquier tipo de evento y una discoteca para ponerle punto y final a una velada inolvidable.

La Mazmorra, en el céntrico barrio del Picarral, ofrece un viaje culinario fusionando pasado y presente en un ambiente exclusivo que trae a la memoria las típicas tabernas irlandesas con grandes mesas de madera.El menú es un osado desfile de platos creativos que juegan con sabores y texturas, aunque la especialidad son las carnes asadas a baja temperatura buscando el acabado tierno y meloso. No te pierdas tampoco sus galardonados vermuts macerados con bayas, especias y frutas naturales.Es un espacio subterráneo entre muros de piedra con una tranquila terraza, zona wi-fi y un íntimo comedor para tus reuniones de negocios más privadas.

El Atípico emerge como un espacio moderno y elegante de inspiración selvática que te transporta al Amazonas, ideal para reuniones desenfadadas con un puntito sofisticado.Ganadores del XXV concurso de tapas de Zaragoza, su menú ecléctico abraza la cocina más internacional con platos frescos y ligeros pensados para compartir. Aquí encuentras desde exóticas recetas con un toque asiático hasta lomo de pescado de temporada o pluma ibérica a la brasa.Atención inigualable y precios a la altura de la calidad de sus platos. Descubre al fondo su amplio salón comedor decorado con plantas naturales y murales pintados a mano.

En una ubicación privilegiada en la vieja Zaragoza, El Fuelle es un rincón tradicional que promete una velada cálida y familiar con aires de taberna española. Su menú se especializa en asados y platos típicos aragoneses, con carnes jugosas y verduras de la huerta. La carta incluye entrantes como las setas con jamón o la sopa de ajo, además de platos tan populares como las migas aragonesas y su galardonado ternasco asado en horno de leña.  Sumérgete en la historia que cuentan sus paredes, donde cuelgan enseres de labranza y recuerdos de otra época. Un lugar frecuentado por turistas internacionales y personalidades de la política, la cultura y el deporte.

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