Valladolid se erige como destino de elección para las cenas de empresa y

todo tipo de eventos de negocios

, ya no solo por el sabor y la variedad de su gastronomía, sino por sus fantásticas conexiones con Madrid y otras ciudades de España y Europa.¿Qué tal si acabáis el día dando una vuelta por la Plaza Mayor y degustando diferentes tipos de cocina en los amplios salones vallisoletanos? Luego no os faltará oferta nocturna, ya sea para unas copas o terminar con una fiesta karaoke.Sea como sea, aquí tienes algunos de los mejores restaurantes de Valladolid.

En una ubicación envidiable y con amplia zona de aparcamiento, Selvático se desmarca como una exquisita elección para cenas de empresa tras un día de agendas apretadas. Sus platos y su diseño selvático brindan una experiencia sensorial para cualquier encuentro profesional.La carta rinde homenaje a la cocina contemporánea abrazando la tradición local. Aquí destacan el torrezno de Soria con parmentier de patata, el pincho de lechazo a la parrilla o la deliciosa Tabla Selvática.Además de su salón interior, que invita a celebrar cenas de Navidad o reuniones de empresa, su terraza es un auténtico oasis vallisoletano ideal para esas noches de fin de semana de terraceo veraniego.

Pizzería Gabella se distingue por su genuino ambiente italiano, acogedor y familiar en la céntrica calle Platería, uno de los rincones vallisoletanos que guardan su esencia desde el siglo XVI.El menú destaca por las pizzas artesanales, cocinadas en horno de leña, con ingredientes frescos y de alta calidad, además de pastas, risottos, carnes, pescados y los mejores caprichos italianos. Además, ofrecen menú del día y especiales de fin de semana.Este local, con un salón de ambiente íntimo y una terraza comedor al aire libre en un patio interior, promueve el diálogo entre compañeros, por lo que es la mejor opción para tus reuniones más cálidas y distendidas en el centro de Valladolid.

Villa Paramesa, en las inmediaciones de la Plaza Mayor, promete amenizar tus celebraciones de empresa con una experiencia gourmet de exclusividad y sofisticación.Aparte de tapas como el crocante de foie, mango y almendra, su menú conserva platos tradicionales con algún guiño internacional que otro. Desde asados, sopas y legumbres hasta sashimi y camarón mexicano. Mención especial, por supuesto, a sus originales postres.Galardonado por la Guía Repsol, el chef del Villa Paramesa revela sus secretos culinarios tras una amplia cocina acristalada para llevártelos a la barra, cualquiera de sus dos comedores o la terraza.

La Brasa de Caleb ofrece un retiro rústico a escasos metros del Pisuerga, donde la tradición y la modernidad convergen para crear una atmósfera que es a la vez acogedora y elegante.Su cocina latina está dominada por las carnes y pescados a la brasa. Prueba su surtido de entrantes, sus caldos caseros de cangrejo, el encebollado de pescado o lo tierno de sus carnes al carbón.El local, rodeado del ocio nocturno más vibrante, tiene un amplio interior que acoge reuniones y comidas de empresa con un ambiente distendido. Para terminar la noche, unas copas en el Liverpool, un club irlandés con una agradable terraza.

En el barrio de la Victoria, La Maruquesa es uno de los mejores restaurantes para cenas de empresa con sabor a mar en una antigua nave embarcadero de ambiente tranquilo y agradable.Su propuesta culinaria incluye arroces marineros y platos con un toque moderno, como el rape con gambón, crema de guisantes y tierra de pimentón o el bacalao con guiso de sus callos y crema de patatas. Y para acabar, no hay postre más tradicional que unas natillas o un arroz con leche.El interior tiene dos ambientes entre lo clásico y lo moderno: un comedor y una barra que reproduce la quilla de una barcaza. Su terraza, con vistas al canal de Castilla, es una de las mejores de Valladolid.

El desenfado que brinda el Restaurante Pita Gr, en el centro de la ciudad y a unos pasos de la catedral, lo hace un lugar privilegiado para degustar su cocina mediterránea y recetas griegas tras un día interminable.El menú es un compendio de frescura, con un amplio listado de entrantes y ensaladas, como la melitsana, el tsatsiki o el queso halloumi. Para saciar el apetito, nada como una musaka de berenjenas o un corte de carne con guarnición maridado con un vino tinto griego. Merece la pena el surtido de postres típicos de Grecia.El local ofrece el mejor servicio y un salón climatizado de inspiración helena con sillones, así como una encantadora terraza con vistas para tus celebraciones más privadas. Solo tienes que ver la presentación de sus platos en sus redes sociales para saber qué te estás perdiendo.

Los Zagales es famoso por la originalidad y la presentación de su tapeo, que le ha valido múltiples premios. Ubicado cerca de los principales puntos turísticos, es la opción pragmática para una inmersión culinaria en la cultura local.El menú ofrece una selección de tapas, entre las que destaca el Tigretostón, un “tigretón” de pan negro, morcilla, cebolla y piel de tostón, así como el arroz con bogavante, el lechazo asado y las fabes con pulpo.Además de su gastronomía audaz, Los Zagales presume de comedor privado y una animada barra ideal para romper el hielo con los compañeros en un ambiente jovial y acogedor.

Este restaurante con una estrella Michelin y a escasos metros de la catedral es un lugar privilegiado para cenas de empresa que apuestan por platos modernos, pero sin perder la raíz castellana.La cocina mediterránea de Trigo sirve platos creativos elaborados con productos de temporada procedentes de la huerta de Tudela de Duero y pequeños proveedores. Por eso, su carta va variando, pero siempre regada por sus más de 200 referencias vinícolas centradas en los pequeños productores.  El local que dirige su galardonado chef, Victor Martín, es un espacio sereno y acogedor para las reuniones de empresa más íntimas.

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